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miércoles, 26 de noviembre de 2008

Hambruna

Se descubrió que su alimento era el miedo y, para su desgracia, se crearon terapias excelentes que hicieron desaparecer ese sentimiento. Hoy, los fantasmas mueren poco a poco de inanición.

2 comentarios:

  1. ¿A ninguno de ellos se lo ocurrió cambiar de dieta?

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  2. Excelente relato, Olga. Inquietante y oscuro. Además contestas a un debate presente en el foro, el de cómo se puede destruir a un fantasma. Es un buen argumento: eliminando el miedo.
    Gracias, Olga.

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