Páginas

martes, 2 de diciembre de 2008

Esperanzado

Había metido el juguete en el mar. Estaba seguro de que, cuando sacaran el tapón de esa enorme bañera, lo recuperaría.

3 comentarios:

  1. He recordado a una niña que cortaba el pelo de su muñeca convencida de que volvería a crecer. ¡Qué chasco se llevó!

    ResponderEliminar
  2. Mi mayor chasco era desmontar los juguetes pensando que luego se recomponían fácilmente... El 8 de enero ya sobrevivían pocos.

    ResponderEliminar
  3. Como en el caso de Lola y el televisor, esto es cierto. El protagonista fue mi hijo menor, cuando tenía unos 3 años...

    ResponderEliminar

Agradecemos que los comentarios se refieran a la entrada.
También puedes dejar en ellos tus minificciones o relatos.
No se publicarán URLs, ni intercambiamos enlaces.