La hoja vio el vuelo de una mariposa y se sintió ala. El otoño la autorizó a emprender viaje, y aunque su vuelo fue demasiado corto, le bastó para conocer la libertad.
Gracias a todos por los comentarios... No sé por qué, durante varios días me resultó imposible acceder a la página,y sin saber por qué tampoco ahora lo he logrado. Así que antes de que vuelva a suceder alguna otra incomunicación, decidí mandarles este mensaje, para que sepan que no he ignorado sus alentadoras palabras. Un abrazo grande
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Qué bueno Olga, y qué gusto enorme leerte de nuevo por aquí. Besos!
ResponderEliminarOriginal, y delicadamente hermoso.
ResponderEliminarUn Maxiplacer.
¡Precioso Olga! Gracias y qué bueno leerte de nuevo. Un abrazo.
ResponderEliminarMe encantó! Un beso
ResponderEliminarHermoso Olga. Me ha recordado uno de mis haiku:
ResponderEliminarComo mariposa
la hoja que cae del árbol
tiene algo de swing
Me gusta esto de los textos "mini".
ResponderEliminarSon como para grabar en la memoria.
Felicitaciones!
Saludos!
Gracias a todos por los comentarios... No sé por qué, durante varios días me resultó imposible acceder a la página,y sin saber por qué tampoco ahora lo he logrado. Así que antes de que vuelva a suceder alguna otra incomunicación, decidí mandarles este mensaje, para que sepan que no he ignorado sus alentadoras palabras. Un abrazo grande
ResponderEliminarHace falta una coma después de tampoco, sino no se entiende mucho lo que digo...
ResponderEliminarMe gustó descubrir en esta microficción mucho de poesía.
ResponderEliminarQué decir que no se haya dicho ya.
ResponderEliminarMe he identificado con la hoja. La libertad es lo más delicioso que podemos poseer.