
El seis es un número que suele pasar desapercibido.
La mayor parte de los mortales nos amparamos en la seguridad de los siete colores del arcoiris, nos asustamos bajo la influencia de los martes o viernes trece, o anhelamos una simple (pero casi improbable) escalera real jugando al póquer. Pero la naturaleza nos muestra la sabiduría de la abeja al elegir el hexágono como forma ideal para construir sus panales, la lógica nos hace pensar que el universo se creó en seis días y el criptoanálisis nos revela la serie de tres seises como el número de la bestia...
Seis es, además, un número redondo, pleno. La cantidad perfecta de palabras necesarias para escribir pequeñas minificciones y/o tuits, como siempre, en comentarios. Y ahora, ¿quién se negaría ante estos argumentos?
La mayor parte de los mortales nos amparamos en la seguridad de los siete colores del arcoiris, nos asustamos bajo la influencia de los martes o viernes trece, o anhelamos una simple (pero casi improbable) escalera real jugando al póquer. Pero la naturaleza nos muestra la sabiduría de la abeja al elegir el hexágono como forma ideal para construir sus panales, la lógica nos hace pensar que el universo se creó en seis días y el criptoanálisis nos revela la serie de tres seises como el número de la bestia...
Seis es, además, un número redondo, pleno. La cantidad perfecta de palabras necesarias para escribir pequeñas minificciones y/o tuits, como siempre, en comentarios. Y ahora, ¿quién se negaría ante estos argumentos?

Oriana Pickmann
Transplante: Tus latidos se volvieron míos.
Fulminante: Tenía una pena de muerte.
Las mariposas de mi estómago volaron.
Gastronomía: El arte de comer estrellas
Insuficiencia cardíaca: No puedo quererte más.
El lobo es vegetariano, Caperucita miente.
Un bosque inconcluso es un bosquejo.

Manuel Pérez Báñez
Hondos suspiros como raspaduras del alma.
En la luz no busques sombras.
Seis palabras para decirte "Te quiero"
Cada piedra es una idea embalsamada.

Carmen María Hernández
Para despertar necesito abrir las manos.
El espejismo ágil tiene rápidos reflejos.
Tierra: palabra fértil para las canciones.
La palabra adiós: un ave migratoria.
Paso que doy, miedo que pasa.
Yo inmóvil. La luna mirándome inquieta.

Miguel Ángel Dorelo
Después de todo, la nada absoluta.
Me aferro desesperadamente; aún sigo cayendo.
Refugios: tu escote, también tus ojos.
Si me comparas adecuadamente, soy normal.
Te pido perdón por tus errores.

Javier López
Cuando despierto, mis sueños siguen soñando.
Estoy lleno de un vacío insoportable.
El personaje llevaba impresa su historia.
—¿Se puede?
—Mal momento. No estoy.
Entre las multitudes no me reconozco.
El misterio de la frase incompl
Quise ahondar en ti.
—Bisturí —solicité.
Hoy enterraron a mi amigo imaginario.
Sigo vivo. Caronte no tenía cambio.
Ikal Bamoa
Embotellamiento. Mi vida avanza, yo no.
Paciencia. Tenacidad de girasol. Te espero.
Vienen cuatro jinetes. Meto quinta, sonrío.
Metrópoli. Crecemos como metástasis. Lo somos.
Ruinas. Nuestras huellas relatan nuestro futuro.

Rafael Vázquez
Te perdí, me perdí para encontrarte.
Biblioteca: un jardín botánico de pensamientos.
No está hecho polvo, es así.
En el cielo hay estrellas repetidas.
Yo hablaba solo. Tú escuchabas sola.
Los niños ven en dibujos animados.

Claudia Sánchez
Nadie podrá negarse ante tus argumentos.
Quieres minificciones sobre hexágonos o biográficas?
Autobiografía en seis palabras: misión imposible.
Hoy ya es tarde. Mañana vuelvo.

Cruciforme Ex Ox
¿Estás solo?, oyó en el ataúd.
Zilniya
La imaginación es realidad en proyecto.
Grillo Gutz
Muchas palabras y muy pocos besos.
Francisco J Navarro
Monterroso, pueblo gallego sin dinosaurios.
Mariano Ramos Mejía
Basta de amargura, contestó la hiel.
José Antonio Cerviño Rodríguez
Epitafio: No tengo prisa; te espero.
Rafael Vázquez
ResponderEliminarTe perdí, me perdí para encontrarte.
Los agujeros negros son dioses muertos.
Yo hablaba solo. Tú escuchabas sola.
Los niños ven en dibujos animados.
Diablo tiene copia pirata de Dios.
Dios ignora por qué tiene ombligo.
Dios ignora que tiene un inconsciente.
Mamá me contaba ovejitas para dormir.
Fantasmas que se aparecen a fantasmas.
El fiel viaja en su montaña.
Muerte: sitio de Dios en construcción.
Las greguerías son ilusiones ópticas semánticas.
En el cielo hay estrellas repetidas.
Los microcuentos son cuentos de perfil.
Biblioteca: un jardín botánico de pensamientos.
No está hecho polvo, es así.
Carmen María Hernández
ResponderEliminarPara despertar necesito abrir las manos.
Las almohadas son sepulturas de ángeles.
Estaba encantada con sus palabras mágicas.
Zilniya Ecologismo Literario
ResponderEliminarBuenos días, buenas tardes, buenas noches.
Oriana Pickmann
ResponderEliminarLa lluvia secó todas mis lágrimas.
Las mariposas de mi estómago volaron.
Sufrimos desde el momento de nacer.
¿Seis palabras? Es algo totalmente imposible.
Hablo, pero nadie escucha. He muerto.
Era un fantasma extraño. Tenía sombra.
Antes de morir, prefiero la muerte.
Un bosque inconcluso es un bosquejo.
El tiempo sufrió un desfase crónico.
Alguien quería enamorarse. Nadie le correspondió.
Javier López
ResponderEliminarNací llorando. Desde entonces vivo cabreado.
Naufragio: me hundo en mi almohada.
Caen hojas del calendario. Es otoño.
Los pájaros interpretan partituras de viento.
Nadie vio nunca la total oscuridad.
Mi mente es sintética. De policarbonato.
Atravieso el bosque encantado de conocerte.
Escribo relato en seis palabras. Éste.
Estudio cebras por códigos de barras.
Cuando despierto, mis sueños siguen soñando.
El destino es un solo segundo.
Estoy lleno de un vacío insoportable.
El personaje llevaba impresa su historia.
—¿Se puede?
—Mal momento. No estoy.
Lamento tu olvido. Huele a gas.
Noche: los muebles tienen miedo. Crepito.
Se volvió animal, matando seres humanos.
-Iluso: Buscaba minificciones de seis palabras.
ResponderEliminar-Acompañado, siento nostalgia de mi soledad.
-Novelistas: Las arañas crean tramas enigmáticas.
-Ante una encrucijada, mi sombra decidió.
-El sol salió. Ya no regresó.
-Funerales: Hoy entierran al Mar Muerto.
-Entre las multitudes no me reconozco.
-El misterio de la frase incompl
Tu voz es música en mí.
ResponderEliminarInterpretaba bellos arpegios en mi cintura.
Vendo alma. Buen precio. Diablo, abstenerse.
Estuve cerca de escribir siete palabras.
La bruja sonreía. Cocinaba dos niños.
El viejo dictador odiaba la taquigrafía.
Escribió una biografía. Nunca la terminó.
Tocaba de oído, nació sin manos.
Para soñar no sólo necesitamos dormir.
Seis igual a cinco más uno.
ResponderEliminarHondos suspiros como raspaduras del alma.
En la luz no busques sombras.
Un amor delirante como una gripe.
Palabras: clavitos para colgar tus sueños.
Calado hasta los huesos de mediocridades.
Seis palabras para decirte "Te quiero"
Cada piedra es una idea embalsamada.
Nadie podrá negarse ante tus argumentos.
ResponderEliminarQuieres minificciones sobre hexágonos o biográficas?
Autobiografía en seis palabras: misión imposible.
Hoy ya es tarde. Mañana vuelvo.
Quise ahondar en ti.
ResponderEliminar—Bisturí —solicité.
-Sequía: brotan las ideas, se evaporan.
ResponderEliminar-El papel reseco absorbe las palabras.
-Sequía: un páramo de palabras extintas.
-Los ríos subterráneos se ríen profundamente.
-El espejismo ágil tiene rápidos reflejos.
Hoy enterraron a mi amigo imaginario.
ResponderEliminarMiguel Ángel Dorelo
ResponderEliminar-Suelo vivir pensando en la muerte.
-Seguramente moriré pensando en la vida.
-Después de todo, la nada absoluta.
-Jamás pensé que todo terminaría así.
-Me aferro desesperadamente; aún sigo cayendo.
Ikal Bamoa
ResponderEliminarLa ola suicida silenció al estadio.
Exterminio de vocales. Slvs qn pd.
Cruzaré el espejo roto, me multiplicaré.
Crucé el espejo roto. Me dividí.
Ikal Bamoa
ResponderEliminar¿Cuál será mi sexta palabra? Ninguna.
Fuimos nómadas. Imaginábamos. La televisión triunfó.
Paciencia. Tenacidad de girasol. Te espero.
-Fiesta de fantasmas, en mi buhardilla.
ResponderEliminar-Mar, en calma total. Marineros, nerviosos.
-Subo por una escalera de color.
-Trabajo de relaciones públicas en velatorios.
-La colonia extraterrestre no tiene perfume.
-Expediente X: No encuentro las llaves.
-Psicópata: más tiernos los corazones enamorados.
—¿El móvil del crimen? Un celular.
-En el túnel del tiempo llueve.
-Sigo vivo. Caronte no tenía cambio.
-Suicidio: atajo para el más allá.
-¿Dónde guardar las colecciones de colecciones?
-La roca, arrogante. El océano, paciente.
-El humo ahogaba al viejo tren.
-Durante la regata, navegábamos por internet.
-He cometido un pecado muy original.
-Por alardear de valor, acabaron tasándolo.
Desconfío del seis. A veces se da vuelta, y se hace pasar por un nueve. Muy bueno! Saludos
ResponderEliminarCarmen María Hernández
ResponderEliminarSangre: altavoz que resuena por dentro.
Sudor: lágrimas que encuentran su nivel.
Tierra: palabra fértil para las canciones.
Témpano: tu mano nerviosa se desliza...
Salvar el silencio: saltar al vacío.
Volver a empezar, ¿imposible? Volver a...
Tiempo. Dicen que puedo regresar el...
Comprobación: Después del presente existirá el:
La palabra adiós: un ave migratoria.
Miguel Ángel Dorelo
ResponderEliminar-Refugios: tu escote, también tus ojos.
-Tus ojos mansos, tu mirada combativa.
-Descubrí en ti que aún existía.
-Si me comparas adecuadamente, soy normal.
-Te pido perdón por tus errores.
Oriana Pickmann
ResponderEliminarLos sueños alimentaban su futuro inexistente.
Alguien quería enamorarse. Nadie le correspondió.
El tiempo sufrió un desfase crónico.
Los tiranos no tiran, sólo presionan.
Finalmente, decidió no ser tan indeciso.
Las auroras boreales son caricias solares.
Nunca dijo la verdad. Siempre mintió.
Los historiadores viven en el pasado.
En corazón cerrado no entran amores.
Atando cabos se hace un ejército.
Transplante: Tus latidos se volvieron míos.
Fulminante: Tenía una pena de muerte.
Oímos las sirenas. Pasó la ambulancia.
Le temía a sus propias fobias.
Gastronomía: El arte de comer estrellas
Insuficiencia cardíaca: No puedo quererte más.
El saxofón le sonaba a violín.
Tenía sueños muy extraños. Eran ajenos.
El lobo es vegetariano, Caperucita miente.
Ikal Bamoa
ResponderEliminarVienen cuatro jinetes. Meto quinta, sonrío.
Embotellamiento. Mi vida avanza, yo no.
Semáforo. Mientras espero, pasa mi vida.
Automóvil. Mi prisión itinerante. Mi patíbulo.
Ciudad. Pretendemos ser seres civilizados. Fracasamos.
Metrópoli. Crecemos como metástasis. Lo somos.
Ruinas. Nuestras huellas relatan nuestro futuro.
La paja no era trigo limpio.
ResponderEliminarYa no recuerdo cuándo te olvidé.
Observo tus senos, bajo cualquier ángulo.
Meditaba sobre ti. Casi te aplasto.
Las lámpara maravillosa se apagaba sola.
El radar captó una alfombra voladora.
Efemérides: hoy he vuelto a nacer.
El muro de las lamentaciones habló.
Subían la escalera, por el montacargas.
—¿Llamamos?
Aporreamos las puertas del cielo.
El camino viejo se hizo sendero.
Helechos: aún recuerdan a los dinosaurios.
Apunten... disparen... ¡A mí no, cabrones!
Sorpresa: el envoltorio era el regalo.
Despertó del sueño de la razón.
Flores y mariposas emprenden el vuelo.
Carmen María
ResponderEliminar-Paso que doy, miedo que pasa.
-Salvemos los sueños mientras estamos vivos.
-Río en fuga robándose las estrellas.
-Yo inmóvil. La luna mirándome inquieta.
Una sola cosa que decir: felicitaciones.
ResponderEliminarGracias por tu felicitación hexagonal, Esteban.
ResponderEliminarUn gusto, Javi. Gustazo, de verdad.
ResponderEliminar¿Desde ahora conversaremos en seis palabras?
ResponderEliminarEso no es posible hacerlo, Oriana.
ResponderEliminarUna lástima. Eso sería muy interesante.
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