Esta mini nació de una anécdota que tengo con mi padre. No hay nada inventado ni cambiado, es una conversación real. Mi padre tenía ese tipo de respuestas o formulaciones que se salían de lo que se puede decir que es normal. Yo creo que hubiera sido buen tuitero-minificcionero :)
Me alegra que les guste este pedacito pequeñito de mi vida.
Agradecemos que los comentarios se refieran a la entrada. También puedes dejar en ellos tus minificciones o relatos. No se publicarán URLs, ni intercambiamos enlaces.
Lo evidente a veces resulta sorprendente.
ResponderEliminarInmenso, Oriana.
Suscribo lo que te acaba de comentar Javi. Hermoso.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Javier y Manuel :)
ResponderEliminarEsta mini nació de una anécdota que tengo con mi padre. No hay nada inventado ni cambiado, es una conversación real. Mi padre tenía ese tipo de respuestas o formulaciones que se salían de lo que se puede decir que es normal. Yo creo que hubiera sido buen tuitero-minificcionero :)
Me alegra que les guste este pedacito pequeñito de mi vida.
Tu pedacito de recuerdo me ha recordado otro con mi papá:
ResponderEliminar- ¿Qué pasa niña?
- Nada...
- El que "nada" no se ahoga.