No soy princesa, no quiero besos que despierten. Quiero besos que me agoten hasta hacerme dormir.
Ya cerraste las puertas y la llave de gas. Ya apagaste las luces. No des más vueltas. Vení. Yo estoy abierta. Y encendida.
Me dijo: No sos vos, no soy yo, es el vino. Le creí. Y abrí otra botella.
Buena tríada, Nanim. Te mereces el bronce, la plata y el oro. Las tres.
ResponderEliminarUn saludo.
Buena no, Víctor, magnífica.
ResponderEliminarGracias a ambos, amigos...
ResponderEliminarExcelente y evocadora tríada.
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarhe puesto un enlace de este blog en el mío:
http://relatosparaleerdepie.blogspot.com/2010/07/premio-dardo-y-blog-de-oro.html
Un saludo.
Me sumo al aplauso del consenso.
ResponderEliminarMagníficos.Bravo.
Gracias Belisa y Pablo.
ResponderEliminarBelén, gracias en nombre de todos los que colaboramos en este blog.