Gracias Sofía. Sí, tal vez su belleza resida en esa opsición. Los grandes maestros del haiku siempre juegan con los opuestos: la inquietud interior y la paz exterior en la naturaleza o viceversa.
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Hermoso y triste a la vez.
ResponderEliminarSaludos
Gracias Sofía. Sí, tal vez su belleza resida en esa opsición. Los grandes maestros del haiku siempre juegan con los opuestos: la inquietud interior y la paz exterior en la naturaleza o viceversa.
ResponderEliminarYo de esto ni papa. Emplearé casi tus mismas palabras pero algo menos trágico.
ResponderEliminarÁrbol y madre
bajo tu verde copa
yo me cobijo.
Salu2.
Me ha traido Alfredo...
ResponderEliminarAmbos haiku, geniales.
saludos.