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jueves, 28 de octubre de 2010

Haiku de sobremesa


Vamos quedando
sin árboles sin madres
que nos cobijen

4 comentarios:

  1. Gracias Sofía. Sí, tal vez su belleza resida en esa opsición. Los grandes maestros del haiku siempre juegan con los opuestos: la inquietud interior y la paz exterior en la naturaleza o viceversa.

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  2. Yo de esto ni papa. Emplearé casi tus mismas palabras pero algo menos trágico.

    Árbol y madre
    bajo tu verde copa
    yo me cobijo.
    Salu2.

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  3. Me ha traido Alfredo...

    Ambos haiku, geniales.

    saludos.

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