No entres en razón, Manu. Porque, además, tú bien sabes que el sueño de la R produce M, con lo cuál no se sabe qué es peor. Un gusto enorme haber reunido estos días de nuevo a Ikal, Lola, Oriana y tú por este rincón minificcionero. Ojalá esto suponga un nuevo impulso para este blog, al que creo que todos tenemos un especial cariño. Abrazo. Javi.
Gracias amigos y amigas, también para mí un feliz reencuentro ficcionero...Espero prodigarme un poco más por aquí, espacio al que como bien dice Javi, le tenemos un cariño especial y qiue agradecerle muy buenos momentos y conversaciones.
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Yo creo que, para entrar en razón, tendrías que buscar la llave de tu corazón. Con rima y todo.
ResponderEliminarManu, qué alegría verte por acá otra vez. Y encima con una mini tan buena.
Un beso.
Con tantas puertas igual alguna pasó desapercibida. Me encanta esa imagen.
ResponderEliminarHay que estar un poco loco para querer entrar en razón, jeje.
ResponderEliminarUn saludo a todos :)
Normal, para, así entras en casa. Y para entrar en razón hay que mirar fuera.
ResponderEliminarNo entres en razón, Manu. Porque, además, tú bien sabes que el sueño de la R produce M, con lo cuál no se sabe qué es peor.
ResponderEliminarUn gusto enorme haber reunido estos días de nuevo a Ikal, Lola, Oriana y tú por este rincón minificcionero. Ojalá esto suponga un nuevo impulso para este blog, al que creo que todos tenemos un especial cariño.
Abrazo.
Javi.
Gracias amigos y amigas, también para mí un feliz reencuentro ficcionero...Espero prodigarme un poco más por aquí, espacio al que como bien dice Javi, le tenemos un cariño especial y qiue agradecerle muy buenos momentos y conversaciones.
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