¡Cuánto hay que meditar a veces y aún así, no se consigue dejar de estar escindida en otras! Pero ¿puede hacerse otra cosa que continuar ese diálogo eterno con una misma, en realidad con todas las demás que somos?
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¿Y si cambia de idea y quiere repoblarse podrá?
ResponderEliminar¿Cuántas dejas atrás? Bonita serie, Nanim. Un gusto leerte.
ResponderEliminar¡Cuánto hay que meditar a veces y aún así, no se consigue dejar de estar escindida en otras! Pero ¿puede hacerse otra cosa que continuar ese diálogo eterno con una misma, en realidad con todas las demás que somos?
ResponderEliminarNo sé, Montse. Tal vez me reproduzca.
ResponderEliminarLas dejo atrás en el tiempo, pero permanecen en memoria, Javi.
ResponderEliminarLola, creo que nos cohabitan todas las que fuimos y somos, a veces más fundidas, otras, escindidas, incluso enemigas.
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