Desiertos de arena, de sal, de amor. Espejismos opticos, auditivos, amorosos. Y todas las minificciones que se te ocurran relacionadas con el desierto que no sobrepasen las 39 palabras en comentarios.
Imagen de PrinceVlad tomada de Flickr
~.~
oriana: El desierto es un mar extinto. Los cactus tienen espinas de peces prehistóricos.
nohubounavez: El tiempo es arena. La vida espejismos.
manuel: Todo silencio tiene también algo que decir. Todo desierto, algo que callar.Escuchemos al viento cómo peina sobre la arena infinitos tirabuzones al tiempo .
javi_dice:
Reto
—Te cubriré con asfalto y hormigón —amenazó la ciudad en pleno crecimiento.
—Te enterraré bajo mis arenas —respondió sin inmutarse el desierto.
La ciudad cubrió al desierto en dos décadas. Dos siglos después, desapareció bajo las arenas.
salemo: Quizás sea el amor el espejismo que con más ansias necesitemos encontrar, pero tarde o temprano volvemos a quedar solos, desérticos, cuando nos revela su real condición.
otramaría: La luna se mira a la cara en los espejismos de los desiertos.
santimoskito: Tu cuerpo es un desierto de dunas infestado de escorpiones. Pero también es un oasis que rellena mis fluidos más vitales y cubre mis párpados de paz, y besos silenciosos.
javi_dice:
Triste vapor
Tu cuerpo es el desierto sobre el que se evaporan mis lágrimas.
ikalbamoa: ¿Ser o no ser? Dudábamos. Preguntamos al desierto. Nos dijo «sed».
claudia sánchez: Cada año, al pasar por tu piel, se robaba tu lozanía. Pero a la vez florecía más tu alma.
oriana: Tu voz es un oasis en el desierto de mis silencios.
nohubounavez: En el interior de algunas caracolas se extinguió el mar. Cuando las acercamos al oído se escucha ulular el viento del desierto.
tania hernández arzaluz: Se creía desierto, pero sus arenas eran movedizas.
javi_dice: Tu amor apareció como oasis en el desierto de mi vida. Pero resultó ser espejismo.
nohubounavez: El tiempo es arena. La vida espejismos.
manuel: Todo silencio tiene también algo que decir. Todo desierto, algo que callar.Escuchemos al viento cómo peina sobre la arena infinitos tirabuzones al tiempo .
javi_dice:
Reto
—Te cubriré con asfalto y hormigón —amenazó la ciudad en pleno crecimiento.
—Te enterraré bajo mis arenas —respondió sin inmutarse el desierto.
La ciudad cubrió al desierto en dos décadas. Dos siglos después, desapareció bajo las arenas.
salemo: Quizás sea el amor el espejismo que con más ansias necesitemos encontrar, pero tarde o temprano volvemos a quedar solos, desérticos, cuando nos revela su real condición.
otramaría: La luna se mira a la cara en los espejismos de los desiertos.
santimoskito: Tu cuerpo es un desierto de dunas infestado de escorpiones. Pero también es un oasis que rellena mis fluidos más vitales y cubre mis párpados de paz, y besos silenciosos.
javi_dice:
Triste vapor
Tu cuerpo es el desierto sobre el que se evaporan mis lágrimas.
ikalbamoa: ¿Ser o no ser? Dudábamos. Preguntamos al desierto. Nos dijo «sed».
claudia sánchez: Cada año, al pasar por tu piel, se robaba tu lozanía. Pero a la vez florecía más tu alma.
oriana: Tu voz es un oasis en el desierto de mis silencios.
nohubounavez: En el interior de algunas caracolas se extinguió el mar. Cuando las acercamos al oído se escucha ulular el viento del desierto.
tania hernández arzaluz: Se creía desierto, pero sus arenas eran movedizas.
javi_dice: Tu amor apareció como oasis en el desierto de mi vida. Pero resultó ser espejismo.
Las dunas son camellos de arena.
ResponderEliminarLos camellos son dunas con patas.
ResponderEliminarLas caravanas dejan cicatrices en el desierto que el viento se encarga de curar.
ResponderEliminarMiro hacia su interior. Lo que le sorprendió no fue ni el viento, ni el sol, ni la soledad. Fue la arena. No sabía que hubiese tanta, tanta arena.
ResponderEliminarLos fantasmas de los tuareg son los moradores de los espejismos del desierto.
ResponderEliminarMuy bueno, Iván. Hay algo misterioso en el propio desierto, en el desierto en sí, al margen de soles, espejismos, etc. La realidad del desierto supera a la ficción.
ResponderEliminarBonito ese amor como espejismo, javi.
Saludos.
Rafa
Tu amor apareció como oasis en el desierto de mi vida. Pero resultó ser espejismo.
ResponderEliminarJajaja Rafa no es que te hayas anticipado y me adivines el pensamiento (que falta poco...). Es que entré en Fb y vi que Dorelo había escrito algo parecido, lo eliminé y después vi tu comentario. Pero para que quede constancia, lo he vuelto a subir.
ResponderEliminar*Con los cinco sentidos*
ResponderEliminarOigo un viento que sopla sin aromas. El tacto es áspero, de tierra. La vista sólo alcanza a ver el sol y un horizonte infinito de polvo que deja un gusto seco en la garganta. Estoy en el desierto.
Cuando te adentras en el desierto, te conviertes en parte de un gigantesco reloj de arena.
ResponderEliminarSalir a tiempo es la diferencia entre la vida y la muerte.
Incrédulo
ResponderEliminarIlusión óptica, espejismo, visión... Agonizo en el desierto al borde de un lago de agua dulce, dando por sentado que sólo está en mi mente.
Perdido en el desierto, cada huella que dejo marcada en la arena forma parte de un sendero hacia la vida o la muerte.
ResponderEliminarEn el desierto hay rutas invisibles que conducen hacia su salida. Otras, engañosas, llevan directamente hacia la desesperación.
ResponderEliminarSólo sobreviven los que conocen el lenguaje de la arena
Reto
ResponderEliminar—Te cubriré con asfalto y hormigón—amenazó la ciudad en pleno crecimiento.
—Te enterraré bajo mis arenas —respondió sin inmutarse el desierto.
La ciudad cubrió al desierto en dos décadas. Dos siglos después, desapareció bajo las arenas.
Movimiento síncrono
ResponderEliminarImposible salir de aquel desierto: las dunas se movían en la misma dirección y sentido de mis pasos.
Triste vapor
ResponderEliminarTu cuerpo es el desierto sobre el que se evaporan mis lágrimas.
Mis manos recorren cual viento tu cuerpo de arena, generando dunas y oasis.
ResponderEliminarSus besos eran áridos. No tardé en darme cuenta de que tenía el corazón de arena.
ResponderEliminarEl desierto sentía que su existencia mutaba, como una refrescante caricia que todo lo cambiaba, tornándolo imposible. Llovía.
ResponderEliminarLos relojes de arena tienen recuerdos de espejismos y oasis.
ResponderEliminarEl desierto es un mar de arena, olas de dunas, sed, gaviotas oscuras que vuelan acechantes en círculos. Los naufragos que encuentran sus oasis de agua sólo sobreviven si aprende a esculpir mensajes de auxilio en los errantes espejismos.
ResponderEliminarEl desierto es un mar en ruinas. Me embarco en la lenta, tenaz, sistemática tarea de levantar el mar de nuevo uniendo sus restos.
ResponderEliminarDESIERTO. No sabemos por qué, lenta, tenaz, sistemáticamente, el viento se llevó los peces, los corales y el mar a otra parte.
ResponderEliminarConscientes de que no hay ilusiones ópticas sin ojos, los espejismos se emanciparon de
ResponderEliminarnosotros mirándose fijamente unos a otros.
Bajo un sol impiadoso se descompone el cuerpo de un hombre en el interminable mar de arena. Su espejismo sigue vagando errante por el desierto durante años. Cuando finalmente alcanza la ciudad, consigue adaptarse a sus mentiras sin dificultad alguna.
ResponderEliminarEl tiempo es arena. La vida espejismos.
ResponderEliminarAl otro lado del espejismo encontramos el final del arco iris.
ResponderEliminarNo era un oasis ni un espejismo. Era un sueño que tenía algo de cierto.
ResponderEliminarEl desierto es un mar extinto. Los cactus tienen espinas de peces prehistóricos.
ResponderEliminar―¿Me querrás alguna vez? ―, preguntó él.
ResponderEliminar―Sólo cuando llueva en el desierto ―. Respondió ella indiferente.
En un lugar lejano, lluvia y desierto se unieron en confabulación.
Tu voz es un oasis en el desierto de mis silencios.
ResponderEliminarConsideraciones entre las dunas, bajo un sol impío:
ResponderEliminarNohubounavez, ese Rafael Vázquez lo hace mucho mejor que tú. Deberías prestarle atención, jeje. El mar en ruinas y los peces y corales desapareciendo... magníficos. Los espejismos mirándose, sin palabras, por no decir magistral que suena demasiado fuerte.
Oriana, la lluvia sobre el desierto es una imagen sublime, la palabra como oasis del silencio otra belleza. Y las manos creando dunas sobre el cuerpo, otra más. Brillantes las espinas de pez prehistórico.
Gracias, Javi.
ResponderEliminarA mi me gustaron:
Javi dijo...
Las dunas son camellos de arena.
Oriana P. S. dijo...
Los relojes de arena tienen recuerdos de espejismos y oasis.
Oriana P. S. dijo...
El desierto es un mar extinto. Los cactus tienen espinas de peces prehistóricos.
Javier Lopez*Pleamar*
Las orillas del desierto se alejan, bajo la influencia de la luna llena.
Miguel Angel Dorelo
Aquel espejismo era demasiado previsible: se esfumaba siempre a la misma hora.Su habitad natural, el reloj de arena sobre la repisa del living, quizás fuera parte de su lógica.
Realmente fantasticos.
Un abrazo
Todo espejismo tiene de cierto el desierto.
ResponderEliminarLa luna ve reflejada su cara en los espejismos de los desiertos.
ResponderEliminarDesierto, qué bonita palabra, igual que la palabra silencio, está lleno de infinitas arenas que no dicen nada.
¿Ser o no ser? Dudábamos. Preguntamos al desierto. Nos dijo «sed».
ResponderEliminarGracias Carmen y LDL por pasaros por aquí y dejar tan magníficas minis. No dejéis de seguir colgando otras sobre esta serie y sobre las siguientes.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Colgamos en la pared el reloj de arena de luna. Después las ventanas de la casa sufrían espejismos de eclipses e ilusiones de horas y de noches.
ResponderEliminarEn el interior de algunas caracolas se extinguió el mar. Cuando las acercamos al oído se escucha ulular el viento del desierto.
ResponderEliminarAquel desierto, desesperado, tomó una decisión drástica ante mis suplicas. Me mató para quitarme la sed, los espejismos ya no eran suficientes.
ResponderEliminarTu cuerpo es un desierto de dunas infestado de escorpiones.
ResponderEliminarPero también es un oasis que rellena
mis fluidos más vitales
y cubre mis párpados de paz,
y besos silenciosos.
Todo silencio tiene también algo que decir. Todo desierto, algo que callar.Escuchemos al viento cómo peina sobre la arena infinitos tirabuzones al tiempo .
ResponderEliminarPretendía esconder el hormiguero. El desierto había terminado ya con su vida y él seguía temiendo por las hormigas...
ResponderEliminarAquel desierto se resistía a que el viento me arrebatará la oportunidad de volver sobre mis pasos, pero nada pudo hacer, él mismo, contra si mismo, cubrió con su piel mis huellas. Después se alegró, yo no me iría.
ResponderEliminarGracias, Manuel, Roberto, Tania, por vuestros magníficos relatos.
ResponderEliminarManuel, magistral ese "todo desierto tiene algo que callar".
Roberto me encanta lo que tiene de tenacidad y causa perdida proteger a las hormigas del desierto.
Tania, fantástica esa relacion de amores y odios entre el viento, el desierto y tu.
No dejéis de pasaros por MF.
Un abrazo.
Hermosísimo texto, Santi. Gracias.
ResponderEliminarEn los espejismos del oasis se escuchan cantos de sirena.
ResponderEliminarSe perdió en el desierto bien provisto de agua, pero murió por la erosión.
ResponderEliminarLa alambrada en mitad del desierto era el espejismo que te impedía llegar adonde estaba el agua.
ResponderEliminarSe creía desierto, pero sus arenas eran movedizas.
ResponderEliminarCon sigilo me acerque a tu corazón; con cuidado me asome en él; con sorpresa vi que estaba hecho de arena y espejismos; con rapidez entendí porque contigo siempre tengo tanta sed.
ResponderEliminarNo te quejes. Quise curarte de tanto desamor y terminé contagiándome.
ResponderEliminarCada año, al pasar por tu piel, se robaba tu lozanía. Pero a la vez florecía más tu alma.
ResponderEliminarJavier López
ResponderEliminarAunque no los veamos, los mayores desiertos yacen sumergidos bajo las aguas del mar.
Pleamar - Javier López
Las orillas del desierto se alejan, bajo la influencia de la luna llena.
Rafael Vázquez
Sólo el tacto sordo y ciego aprehende la realidad. Colores, sonidos, olores, sólo son espejismos
de las manos.
Rafael Vázquez
En el desierto Jesús aprendió todo sobre espejismos. Por eso desconocemos cuántos pasajes
de su vida fueron sólo ilusiones de los sentidos.
Miguel Ángel Dorelo
Quizás sea el amor el espejismo que con más ansias necesitemos encontrar, pero tarde o temprano volvemos a quedar solos, desérticos, cuando nos revela su real condición.
Miguel Ángel Dorelo
Aquel espejismo era demasiado previsible: se esfumaba siempre a la misma hora.Su hábitat natural, el reloj de arena sobre la repisa del living, quizás fuera parte de su lógica.
Yolanda de la Torre
Aquel hombre le sostuvo la mirada al desierto. Salió de ahí convertido en iguana.
Hoy que soy arena, nada sé desierto.
ResponderEliminarDuda- Miguel Dorelo
ResponderEliminarConfundido llego al oasis de tus ojos sin saber si tan solo es un espejismo creado por mi desierto corazón.
Confusión- Miguel Dorelo
ResponderEliminarOasis, desiertos y espejismos no me dejan conciliar el sueño desde que ya no te tengo.