Respetando tu opinión, Isabel, te diré que no estoy de acuerdo. Precisamente si algo hace esa minificción es sugerir, y lo hace (ahí sí estamos de acuerdo) golpeando, con sólo tres palabras. Muchas veces es la imaginación del lector la que completa una minificción, buscando sentidos que no son tan evidentes en una primera lectura... Un saludo.
Tres palabras son suficientes para plantearnos millones de cosas. A veces somos los lectores los que le damos forma final a lo que está escrito. El escritor propone, el lector, dispone. Y, en esta mini, Ikal nos sugiere muchas formas de pensar, muchas historias para las mismas tres palabras.
La imaginación es un universo y, como tal, es infinito.
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Contundente, Ikal.
ResponderEliminarTres palabras contundentes como el sonido del mazo de una sentencia.
ResponderEliminarA mí me falta algo, no sé. Sí, golpea pero no sugiere demasiado. Una opinión claro. Saludos
ResponderEliminarRespetando tu opinión, Isabel, te diré que no estoy de acuerdo. Precisamente si algo hace esa minificción es sugerir, y lo hace (ahí sí estamos de acuerdo) golpeando, con sólo tres palabras. Muchas veces es la imaginación del lector la que completa una minificción, buscando sentidos que no son tan evidentes en una primera lectura...
ResponderEliminarUn saludo.
Pienso lo mismo, Javier.
ResponderEliminarTres palabras son suficientes para plantearnos millones de cosas. A veces somos los lectores los que le damos forma final a lo que está escrito. El escritor propone, el lector, dispone. Y, en esta mini, Ikal nos sugiere muchas formas de pensar, muchas historias para las mismas tres palabras.
La imaginación es un universo y, como tal, es infinito.
Me encantó, Ikal.