jueves, 15 de enero de 2009
Cuerpo del delito
—Le golpearon en la cabeza hasta matarle —dijo la nueva viuda al policía mientras echaba, apurada, la pierna de cordero congelada a la olla.
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Oriana
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3 comentarios:
Todo un relato de policías, asesinos y armas homicidas bien escondidas, en muy pocas palabras. Te felicito.
Hay un cuento de Jean Ray que desarrolla este mismo tipo de crimen, solo que más extensamente...
No lo he leído, seguro que hay más de uno con el tema. El crimen perfecto es algo que no existe, así caiga en un guisado.
Pero lo que sí sé a ciencia cierta es que la ficción de 140 caracteres es mía. ;)
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