martes, 17 de noviembre de 2009
Ya no más
Con notable sangre fría y precisión quirúrgica, el sastre removió uno a uno tres botones. Apenas tocó el cuarto, el abrigo confesó todo.
Etiquetas:
Ikal Bamoa,
Minificcionario
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9 comentarios:
Qué buen cuento, Ikal. Felicitaciones.
¿Cómo le haces para darle tal verosimilitud a tus micros tan..de otro mundo? :P Excelente compañero! espero leer más textos tuyos por aquí.
Estupendo cuentito Ikal. Deja regusto a buena lectura.
Ya para qué voy a decir algo, si ya lo dijeron todo...
Ah, sí, que me ha encantado. Intentaré con mi abrigo, quién sabe la de cosas que habrá visto/hecho...
En pocas palabras IMPREZIONANTE, jeje
Un saludo indio
Muy bueno, es increíble como algunos pueden decir tanto con pocas palabras.
Todo un arte que me gustaría aprehender si fuera posible.
Saludos.
Ja! Me imagino que la confesión lo habrá desbordado.
Buenísimo!!! Pobre abrigo jajajaja
de las pocas cosas que veo por ahi, tan breves, pero tan bien acabadas.
enhorabuena
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