domingo, 21 de diciembre de 2008

Bodø

Aquella ciudad era conocida por sus fuertes vientos. El día que dejó de soplar, todos sus habitantes cayeron de narices.

3 comentarios:

Rafael Vázquez dijo...

Me gusta mucho este minirrelato Oriana por todas las lecturas que contiene. Hay una primera lectura visual, muy dinámica... Y las lecturas más abstractas, que hablan de la simbiosis y adapatación al entorno, de los hábitos inconscientes, de la dependencia...
Gracias Oriana

Oriana P. S. dijo...

Gracias Rafa.
Este relato es casi cierto. El nombre que he escogido es el nombre de la ciudad de la que hablo, queda a 4-5 horas al norte de donde vivo. El viento es realmente insoportable, llueve en forma lateral. Pero con un poco de imaginación y buen humor puede uno olvidarse del mal clima.

Javier López dijo...

La imagen es superdivertida Oriana, además escrita con ese toque que siempre le das a las cosas. Me encantó.