sábado, 21 de marzo de 2009

Naufragios



olga: Ya nadie oye cantar a las sirenas. Sin embargo ellas siguen allí. Pero no quieren regalar la belleza de su música a un siglo sin magia. Además, saben bien que no hacen falta sus cantos para contribuir al naufragio.

olga: Después del naufragio, el viejo barco no volvió a sentirse solo; todos los peces querían que les hablara de sus muchos viajes y de las extrañas criaturas que había transportado.

javi_dice: Náufraga sobre la ramita que transportaba, la hormiga era arrastrada por el reguero de un riachuelo.

javi_dice: Tres años después del naufragio, se horrorizó al comprobar que venían en su rescate.

lola c.: Unas veces escribía las coordenadas equivocadas, otras, no tapaba la botella. No quería volver, sólo jugar a ser náufrago.

lola c.: Cada noche junto al fuego, contaban historias a los más pequeños, nacidos allí, de cómo era la vida fuera de la isla, ignorantes de que esa vida que relataban había desaparecido del resto del planeta.

florence: Los soñadores, embelesados, sentirán el vivo deseo de saltar a las aguas de la Irrealidad, incapaces de detenerse. Y he de decir que aquellos que se sumergieron en ellas, serán náufragos de por vida.

manuel: Hay días así. Naufragando hasta en un palmo de vino.

jacinto deleble: El filósofo creyó emerger al fin de su particular mar de dudas, pero descubrió que el firme no era sino un enorme bloque de hielo.

pedro villarrubia: Se aferró a la espuma, sobrevoló las rocas, su cuerpo frío golpeó la arena. Sólo vio horizonte. Cerró los ojos. Intentó olvidar. Lloraba.

oriana: El ave herida naufragó en tierra.

oriana: Las estrellas fugaces naufragan en los agujeros negros de los deseos imposibles.

nohubounavez: Durante años el náufrago lanzó botellas al mar. Finalmente probó a tatuar mensajes con sus coordenadas en la piel de los peces.

nohubounavez: A consecuencia de una tormenta de arena, el tuareg naufragó en un oasis en mitad de desierto. Aprendio a arrojar al viento plumas de buitres con las coordenadas de las estrellas.

Imagen tomada de Flickr de la Galería de David Giral

23 comentarios:

Rafael Vázquez dijo...

Durante años el náufrago lanzó botellas al mar. Finalmente probó a tatuar mensajes con cus coordenadas en la piel de los peces.

Rafael Vázquez dijo...

A consecuencia de una tormenta de arena, el tuareg naufragó en un oasis en mitad de desierto. Aprendio a arrojar al viento plumas de buitres con las coordenadas de las estrellas.

Rafael Vázquez dijo...

Durante años, el náufragó intentó todo tipo de técnicas para abandonar la isla. Finalmente probó a enterrarse en un iceberg cercano para navegar a la deriva en estado de criopreservación.

Olga A. de Linares dijo...

Después del naufragio, el viejo barco no volvió a sentirse solo; todos los peces querían que les hablara de sus muchos viajes y de las extrañas criaturas que había transportado.

Olga A. de Linares dijo...

El pez volador con frecuencia naufragaba en tierra. Por suerte, siempre había una ola amiga dispuesta a rescatarlo.

Olga A. de Linares dijo...

Ya nadie oye cantar a las sirenas.
Sin embargo ellas siguen allí.
Pero no quieren regalar la belleza de su música a un siglo sin magia.
Además, saben bien que no hacen falta sus cantos para contribuir al naufragio.

Javier López dijo...

Náufraga sobre la ramita que transportaba, la hormiga era arrastrada por el reguero de un riachuelo.

Se sentía como un náufrago, pero ni una sola gota de agua lo rodeaba.

Algunos naufragan cada día en la ciudad.

Tres años después del naufragio, se horrorizó al comprobar que venían en su rescate.

Javier López dijo...

Naufragó en una isla desierta. Los turistas estaban del otro lado.

Manuel dijo...

Dos años vivió, saboreando el náufrago su botella de ron. Con el último trago escribió un mensaje y lo metió en su botella de ron, pero no quiso lanzarla al mar...

Lola C. dijo...

Unas veces escribía las coordenadas equivocadas, otras, no tapaba la botella. No quería volver, sólo jugar a ser náufrago.

Lola C. dijo...

Cada noche junto al fuego, contaban historias a los más pequeños, nacidos allí, de cómo era la vida fuera de la isla, ignorantes de que esa vida que relataban había desaparecido del resto del planeta.

Florencia Madeo Facente dijo...

En el peñasco que encontró en el piélago del mar escribió "Amor", y en la arena que cubrió sus pies al regresar escribió "Deseo". Una vez, Eolo, hijo de Hípotes, barrió con sus vientos al mundo y, aunque la fuerte roca se mantuvo firme, el deseo de la inconsistente arena se esfumó. Entonces él supo que sería un náufrago, pues ya no ansiaría la ribera y consolidado, amaría por toda una eternidad.

Florencia Madeo Facente dijo...

Los soñadores, embelesados, sentirán el vivo deseo de saltar a las aguas de la Irrealidad, incapaces de detenerse. Y he de decir que aquellos que se sumergieron en ellas, serán náufragos de por vida.

Pedro Villarrubia dijo...

Se aferró a la espuma, sobrevoló las rocas, su cuerpo frío golpeó la arena. Sólo vio horizonte. Cerró los ojos. Intentó olvidar. Lloraba.

Manuel dijo...

Hay días así. Naufragando hasta en un palmo de vino.

Oriana P. S. dijo...

El ave herida naufragó en tierra.

Oriana P. S. dijo...

La leontina es un náufrago de los tiempos modernos.

Oriana P. S. dijo...

No tenía bote, no estaba en una isla desierta, no volaban gaviotas sobre él, no era abrasado por el sol; sin embargo naufragó en su soledad.

Oriana P. S. dijo...

Naufragó en un iceberg, pedaleó hasta llegar a tierra firme. Una isla desierta.

Oriana P. S. dijo...

Naufragué en la luna sin siquiera salir de tierra.

Oriana P. S. dijo...

Las estrellas fugaces naufragan en los agujeros negros de los deseos imposibles.

Rafael Vázquez dijo...

Jesús camina sobre las aguas. Sorprendentemente se hunde por completo al pisar tierra firme.

Jacinto Deleble Garea dijo...

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El filósofo creyó emerger al fin de su particular mar de dudas, pero descubrió que el firme no era sino un enorme bloque de hielo.






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