―Ladran, Sancho. Señal de que avanzamos.
Pero Sancho sólo murmuraba garabatos. El tráfico era intenso y ya estaba harto de los bocinazos de los demás conductores. Definitivamente no se habían movido ni un centímetro.
jueves, 24 de septiembre de 2009
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6 comentarios:
Este me supo exquisitamente quijotesco.
Buenísimo Oriana.
Los gigantes de hoy en día han cambiado sí...
Un saludo indio
Hola, Oriana. Tiempo son hablarnos.
En esta ocasión escribo para felicitarte porque he leído unos cortos tuyos que denotan una gran inteligencia. Como éste y otros muchos más.
Enhorabuena.
Muchas gracias Javi y No Comments por escribir sus pareceres :)
Alejandro! Es verdad, hace mucho que no hablamos. No hay que perder el contacto. Gracias por pasar por aquí y comentar :)
Es una mini redondita. Me gustó mucho Oriana.
Saludos!
Muy bueno Oriana! Me gusto mucho! Saludos
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