Jacek Yerka: "Double Life"
Éste es el post número mil en la aún corta vida de Minificcionario. Eso quiere decir que, además de no ser el mil uno, y ni siquiera el novecientos noventa y nueve, este millar de entradas con pequeñas historias estaba pidiendo una pequeña celebración. Hace unos meses se nos escapó el cumpleaños, que pasó sin siquiera avisarnos. En esta ocasión no íbamos a dejar que ocurriera lo mismo, así que nos dispusimos a compartir de nuevo con vosotros la primera entrada de cada uno de los participantes en Ficcionario.
Desde este laboratorio de minificciones, alzamos tubos de ensayo con letras de colores y brindamos por que los próximos mil posts nos regalen tantas satisfacciones como los primeros.
Oriana Pickmann
Indeciso
La ambigüedad se apoderó de él. Decía con la cabeza no, con la palabra sí. Pensaba todo lo contrario.
Javier López, 08.xi.2008Los ojos del mamutLos ojos del mamut encontrado en el hielo aún reflejan lo último que vio antes de morir.
Rafael Vázquez, 08.xi.2008
Eólica poesía
Las palabras se las llevó el viento. Las devolvió el huracán, que se llevó realidades. En algún lugar hay un laboratorio de eólica poesía.
Juanjo Muñoz, 09.xi.2008
Diversión
El niño terminó de divertirse arrancando las alas a la mosca. Esa noche, un enjambre lo espera bajo la cama.
Maricela Torres, 12.xi.2008
Accidente
Le cayó encima de improviso. Y le resultó imposible sobrevivir al peso de esa verdad, grande como una casa.
Olga A. de Linares, 14.xi.2008
Amor y anatomía
Se arrodilló a sus pies, para pedir su mano. Nunca más alejado de lo que realmente quería.
Lola Carreño, 19.xi.2008
Entre algodones
A los negros esclavos del delta les callaron la voz, pero ellos hicieron sonar (y soñar) al viento entre los campos de algodones. Inventaron el Blues. Inventaron el Jazz.
Manuel Pérez Báñez, 20.xi.2008
Religión
El amor es el opio de los sueños.
Oriana Pickmann, 08.xii.2008
El apocalipsis según Ballard
El tiempo se hace arena y sumerge las ciudades.
Sergio Gaut Vel Hartman, 24.xii.2008
Ya no más
Con notable sangre fría y precisión quirúrgica, el sastre removió uno a uno tres botones. Apenas tocó el cuarto, el abrigo confesó todo.
Ikal Bamoa, 10.x.2009
Duelo
Llovían las lágrimas entre los artistas de aquel pequeño circo inundado de tristeza. Todos estaban de carpa caída.
Carmen María Hernández, 03.iii.2010
MusaUna ventana,
escritorio y pluma,
nacen poemas.
Zilniya, 21.iv.2010