viernes, 20 de noviembre de 2009

Huellas



La mujer de la bata blanca observaba atentamente a través del visor.
Le resultaba familiar aquel relieve. Y estaba casi segura de haberlo cartografiado alguna vez. Pequeños cerros se elevaban y caían incesantemente formando valles circundados por riachuelos que no desembocaban en ninguna parte, sino que se retorcían y giraban alrededor de ellos sin que pudiera explicarse bien de dónde provenía su flujo.
El jefe Marcial entró en la sala.
—¿Qué opina usted? —le preguntó.
—Yo diría que coinciden —respondió ella con bastante seguridad, sin apartar la mirada del objetivo.
—Monitorícelo —le ordenó, en un tono que denotaba su ansiedad.
Varios hombres más se hallaban en la sala, cuando la teniente de la policía científica dejó de observar a través del microscopio electrónico, para ofrecerles las imágenes en una pantalla colgada de la pared. En ésta empezaron a mezclarse el paisaje recién descubierto con el modelo registrado en la base de datos. Durante unos instantes se superpusieron valles con riachuelos y cimas con laderas, mientras que todos contenían la respiración. Entonces todo pareció encajar.
Cuando las imágenes quedaron perfectamente superpuestas, ambas formaron una única y nítida huella dactilar. No había duda, acababan de dar con el psicópata que había atemorizado durante meses a la población. La orden de busca y captura se transmitió inmediatamente a todos los departamentos.

6 comentarios:

Claudia Sánchez dijo...

Fantástico Javi! hasta la foto!
Saludos!

Víctor dijo...

Con lo claro que estaba el título, no lo pillé hasta el final. Pensaba en paisajes y tal, pero no en huellas dactilares.

Un saludo, Javi.

Javier López dijo...

Muchas gracias Claudia.
La foto anduve horas buscándola, y no encontraba nada que no fuera demasiado obvio. Así que eché manos del photoshop y convertí un paisaje chino en algo menos definido.
Víctor, eso es lo que tratamos, no llamar a las cosas por su nombre, porque entonces no sería ficción. Y tú sabes bien cómo se hace.
Saludos, amigos!

Héctor Meda dijo...

A mi me recuerda el proceder del texto, y de mucha microficción, a uno que fue característico de los rusos, en especial Tolstoi, y es el describir las cosas como si se mirasen por primera vez, con lo que se redescubre, más bien se re-crea, lo real.

Dicho proceder me gusta porque recalca o desvela el carácter (mayormente) constructivo con que experimentamos el mundo y cómo este es (muchas veces) re-construible.

En fin toda esta chapa para no alegar una vago "me gustó el texto" pero toda esta chapa no para olvidar que lo principal es que "me gustó el texto" (en sí mismo, la chapa viene después y no agota el disfrute)

Javier López dijo...

Muy agradecido Héctor, por tu comentario tan ilustrativo.
Estoy completamente de acuerdo, podemos redescubrir la realidad mirándola con ojos nuevos.
Hiciste un buen trabajo no sólo de chapa, también de pintura.
Un placer leerte por aquí.

http://paisajesytrapecios.blogspot.com/ dijo...

Me gustó mucho..yo personalmente saqué la idea de que detrás de cada uno se esconden varios paisajes y huellas.
Un gusto leerte!.
Gerardo.