martes, 17 de noviembre de 2009

Ya no más

Con notable sangre fría y precisión quirúrgica, el sastre removió uno a uno tres botones. Apenas tocó el cuarto, el abrigo confesó todo.

9 comentarios:

Esteban Dublín dijo...

Qué buen cuento, Ikal. Felicitaciones.

Carmen María dijo...

¿Cómo le haces para darle tal verosimilitud a tus micros tan..de otro mundo? :P Excelente compañero! espero leer más textos tuyos por aquí.

Javier López dijo...

Estupendo cuentito Ikal. Deja regusto a buena lectura.

Oriana P. S. dijo...

Ya para qué voy a decir algo, si ya lo dijeron todo...

Ah, sí, que me ha encantado. Intentaré con mi abrigo, quién sabe la de cosas que habrá visto/hecho...

David Moreno dijo...

En pocas palabras IMPREZIONANTE, jeje

Un saludo indio

Anónimo dijo...

Muy bueno, es increíble como algunos pueden decir tanto con pocas palabras.
Todo un arte que me gustaría aprehender si fuera posible.
Saludos.

Svor dijo...

Ja! Me imagino que la confesión lo habrá desbordado.

Julibelula dijo...

Buenísimo!!! Pobre abrigo jajajaja

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

de las pocas cosas que veo por ahi, tan breves, pero tan bien acabadas.

enhorabuena