martes, 23 de febrero de 2010

Oficial

«A veces cocino desnuda» explicó sobre las quemaduras en su bajo vientre, y me enamoré. Tenía un cuento similar para la marca del grillete.

9 comentarios:

Svor dijo...

Se enamoró? Yo creo que no.

Unknown dijo...

Más bien forma parte de una ideología de subcultura, en la cual tuercen el concepto de amor.y provocan ser golpeadas,pues así se sienten queridas.Esto es toda una patología causante de muchas desgracias.Debían poner campañas contra éstas mentalidades,para salvarles de su estupidez.

Javier López dijo...

Carlos, creo que no he entendido bien... ¿provocan ser golpeadas? ¿quiere decir eso que se lo buscan, que lo merecen por pertenecer a esa subcultura del amor en la cuál se tolera todo?
La verdad que espero equivocarme y haber interpretado mal todo lo que dices y, ante todo, de parte de quién estás, si del maltratador o de la víctima.
Espero respuesta.

Ikal Bamoa dijo...

Saludos. No estoy seguro de comprender el debate, por lo que me mantendré de momento al margen.

Como mera nota al pie acotaré que el relato sólo pretende retratar la complicidad entre dos amantes que juegan con algunas mentiras que tácitamente comparten: Él respeta el derecho de ella a ocultar su pasado, y además encuentra entrañables las historias que ella inventa para explicar sus lesiones.

Javier López dijo...

Gracias Ikal, pero te aclaro que no tenía dudas sobre el contenido de tu cuento.
Sí las tengo sobre el comentario de Carlos...

Ikal Bamoa dijo...

Lo sé, Javi, yo tampoco sé si lo entendí, pero compartí esa nota al pie en caso de que el debate se hubiese originado a raíz de imaginar una historia bien distinta (lo cual siempre es válido, el lector gobierna en la ficción, y no el autor).

Comparto tu curiosidad sobre la reflexión de Carlos.

Unknown dijo...

Respuesta:Estoy 100% de parte de la víctima,y de acuerdo con que a la mujer no se le debe maltratar ni con el pétalo de la rosa.
Mi comentario pide mostrar una enseñanza para eliminar la existencia de ésta patología de masoquismo,en la cual la víctima provoca a su agresor buscando el indebido castigo,que éste de por sí bruto y violento,ya ha demostrado ser capaz de inflingir.
Quizás yo peque de falta de mayor compasión,pero me molesta ésta mentalidad de las ya brutalizadas que insisten en seguir en compañía de tales energúmenos.

Ikal Bamoa dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Carlos.

Por lo demás, no encuentro relación entre la situación que planteas y la historia sobre la que estamos comentando aquí, en la cual la chica se encuentra ya libre (en su realidad presente) de cualquier maltrado del que en el pasado haya sido víctima.

Javier López dijo...

Yo de todas formas no estoy de acuerdo con lo de "personas brutalizadas que siguen aceptando la compañía del energúmeno..."
Abundando en esa idea podríamos pensar que cualquier persona merece un destino "por el hecho de haber hecho... X"
Y no es así, porque las circunstancias mandan mucho en la vida, no creo que en la mayoría de los casos sea un "placer masoquista". Hay cosas como la dependencia económica, los hijos o simplemente el terror.