miércoles, 2 de junio de 2010

Condecoraciones

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Hoy es el día de mi jubilación. Doce años de servicio en el Cuerpo Nacional de Policía dan para mucho. Muchos momentos de tensión, de peligro, también buenos momentos en los que sabes que has trabajado bien y has salvado la vida de alguien o dado un buen servicio a un ciudadano que lo requería.
En el patio de la Jefatura Provincial se han reunido los altos mandos y estamos en formación los agentes que vamos a ser condecorados. Hace un día radiante, ondea la bandera y suena el Himno Nacional. Me emociono al escucharlo, es el himno de mi patria, del país al que he servido.
Algunos compañeros también recibirán sus condecoraciones. Raúl, al que ayudé a salvar hace no muchos días a unos montañeros perdidos; Damián, con el que participé en una operación contra una mafia que introducía droga camuflada en cargamentos de obras de arte; Luis, al que yo mismo tuve que sacar a rastras de una habitación durante un incendio, porque él había perdido la consciencia...
El jefe acaba de terminar su discurso. Ahora estoy nervioso. Van a imponerme la medalla que supone el reconocimiento a más de una década de actividad.
—Se hace entrega de la Condecoración al Mérito, por su servicio abnegado en este Cuerpo Nacional de Policía, por su sacrificio constante, aún poniendo en riesgo su vida, y su astucia para resolver los casos más difíciles, al Teniente de Policía Leno —anunció mediante la megafonía el Jefe Superior.
—Guau —respondí en señal de agradecimiento.
Entonces un cabo se agachó y me ajustó alrededor del cuello la condecoración. Y José, mi compañero, me llevó a las perreras para darme agua y algo de comida.
Hoy es un día feliz para mí...

5 comentarios:

Zilniya dijo...

Mira que son bien conocidos los perros policía, y no he caído en la cuenta hasta el final. ¡Precioso relato! :D

Oriana P. S. dijo...

La condecoración deberíamos de dártela nosotros a ti por deleitarnos con cositas tan ricas como ésta.

Muy lindo cuentito, Javier. ¡Me encantó!

Javier López dijo...

Me alegra mucho, la verdad es que es un relato hecho desde el cariño, esos perritos merecen un homenaje.
Gracias!!!

Anónimo dijo...

Me encantó.
Todo lo que tenga sensibilidad hacia los perros no sólo me gusta, sino que lo disfruto.
Gracias por darnos este exquisito y respetable cariño canino.

Cecilia

Javier López dijo...

Gracias, Cecilia.
¡Siempre atenta a mis ficciones de animalitos!
Besos.