martes, 5 de mayo de 2009

Escurridiza

El artista quería pintar a su musa. Pero ella siempre escapaba a los brochazos.

3 comentarios:

Alejandro Ramírez Giraldo dijo...

Con éste me caí al suelo. Maravilloso.

Un saludo.

Oriana P. S. dijo...

Hola Alejandro.
Muchas gracias por el comentario.
Tú también escribes cortitos muy buenos. :)

Saluditos.

Javier López dijo...

Simpático, imaginativo, inspirado... por tus musas, siempre atentas.