sábado, 22 de noviembre de 2008

Etiqueta

Aquel pingüino era desgraciado, no solo por el blanco color de su piel, que le suponía ser centro de todas las miradas. Lo era también porque no podía acudir a las fiestas de etiqueta, tan habituales entre sus congéneres.

3 comentarios:

Lola C. dijo...

¡Pobre! ¡Era el fantasma de un pingüino y aún no se había dado cuenta!

Manuel dijo...

Pero nadie podrá decir que aquel pingüino no asistía a las fiestas de "punta en blanco".

Javier López dijo...

En mi blog Cositas Buenas escribí un post: "Pingüino, un animal de etiqueta". Si algo me gusta ver en la tele son documentales, creo que es a lo que más tiempo dedico, principalmente Discovery y National Geographic. Siempre me han llamado la atención los pingüinos, os invito en serio a que leáis el post en el blog. Y una cosa que me encanta de esos animales es que parece que fueran vestidos con un frac, auténticamente de gala, como preparados para una fiesta que nunca llega, porque con sobrevivir, los pobres, ya tienen bastante en condiciones a veces extremas de clima.
E imaginaba entre todos esos pingüinos de etiqueta, un pingüino blanco, o albino (que los hay, lo he "investigado"), sintiéndose extraño ante tanto frac, como si fuera rechazado en cualquiera de esas fiestas de etiqueta...