lunes, 17 de noviembre de 2008

Cruz

La moneda falsa se escondía avergonzada ante las demás en un rincón del monedero.

2 comentarios:

Lola C. dijo...

Hasta que una moneda compasiva le recordó que a las demás tampoco nadie se las queda.Todas eran moneda de cambio.

Rafael Vázquez dijo...

La verdad es que en el mundo actual todos somos un poco como las monedas. El consumismo nos convierte en una pieza más de la máquina. Todo se compra y se vende, todo se usa y se abandona. El consumismo nos convierte poco a poco en objetos de consumo de los unos para con los otros.
Excelentes minificciones Javi y Lola.