miércoles, 19 de noviembre de 2008

Humor culinario

Aunque la cebolla llorara de la risa y la papa se mondara, el ajo seguía pensando que el chiste era muy picante.

1 comentarios:

Manuel dijo...

Sin embargo, a otro espigado el chiste le importaba un pimiento.El humorista podía irse a freir espárragos.