martes, 9 de marzo de 2010

Pausa

Al fin, el engrane escapó de las entrañas de la máquina para conocer el mundo. Lo encontró inmóvil, tras la descompostura del reloj maestro.

5 comentarios:

Oriana P. S. dijo...

Qué buena que es esta mini, Ikal.
Simplemente genial :)

Javier López dijo...

Fantástica, Ikal. Una grandísima mini.

JMRM dijo...

Buena reflexión.

Ikal Bamoa dijo...

Caray, compañeros, qué gentiles. :) Me encanta que disfruten la lombricilla de la desventura del engrane.

Si tan sólo algunas historias no se parecieran tanto a la vida...

Un abrazo desde por acá y, a Oriana: ¡Feliz cumpleaños! Que tu reloj tenga cuerda por muchísimos años más.

Oriana P. S. dijo...

Gracias, Ikal.
Que los relojes nuestros no se detengan :)