viernes, 19 de diciembre de 2008

Anonimato

El viento, como un cartero diligente, me trae un papel. Con letra despareja alguien pide auxilio. Pero el viento no conoce al remitente, y juntos compartimos una angustia inútil y destemplada.

1 comentarios:

Rafael Vázquez dijo...

Expresa algo inquietante este minicuento ¿no creéis? Expresa el misterio de las angustias subterráneas e inexplicables que circulan por dentro de nosotros, y que sólo los mismos misterios del viento pueden explicar.
El viento explica más lo que nos pasa que toda la psicología de los libros.
me ha encantado Olga.