martes, 2 de diciembre de 2008

La vieja escuela

—¿Y por qué no? —preguntó con sana curiosidad el niño.
—¡Porque sí! —respondió el carcamal del maestro.

2 comentarios:

Lola C. dijo...

En realidad, el maestro no sabía la respuesta.La ignorancia se escondía tras una forzada autoridad.

Javier López dijo...

Completamente de acuerdo Lola.
Muy buena Manuel.